Si padeces dermatitis atópica, seguro que habrás notado que los síntomas empeoran en invierno. Como ya hemos visto, la dermatitis atópica es multifactorial, es decir, es el resultado de una interacción entre factores genéticos, inmunitarios y ambientales.
Los factores ambientales parecen tener un papel fundamental. La prevalencia de la dermatitis atópica ha aumentado de forma drástica en los últimos cincuenta años, con diferencias importantes entre los diversos continentes.
Dermatitis atópica y cambios de estación
Todavía no se conocen claramente cuáles son los factores ambientales que empeoran y cuáles los que mejoran la dermatitis atópica.
Sin embargo, se ha confirmado que los cambios bruscos de temperatura, característicos de los cambios de estación, empeoran los síntomas. Esto ocurre tanto en la transición de la primavera al verano como en la transición del otoño al invierno.
Así pues, cuando se acerca el invierno, muchas personas que padecen dermatitis atópica pueden notar un empeoramiento de los síntomas.
Con el frío y el viento la piel de la cara y de las manos se deshidrata con mayor facilidad. En una piel sana notaremos una ligera sequedad, mientras que en una piel que presente una alteración de la barrera cutánea (como la piel atópica) provocará un empeoramiento de la patología.
La cara, sobre todo las mejillas, y las manos están más expuestas respecto a otras partes del cuerpo y, por tanto, la piel puede manifestar, sobre todo en estas zonas, un empeoramiento de la patología.
En casa también debemos vigilar la temperatura
Además de los agentes atmosféricos, también el ambiente de casa o del lugar de trabajo tienen un impacto en la evolución de la dermatitis atópica durante el invierno.
La calefacción tiende a crear un ambiente seco que no es conveniente para la piel con tendencia atópica. En algunos casos, sobre todo para los niños que juegan en casa y se mueven mucho, la calefacción favorece la sudoración que, debido a su pH ácido, empeora la molesta sensación de picor típica del eccema.
Por esta razón es mejor mantener en casa una temperatura suave.
También las prendas son importantes: es mejor utilizar tejidos que favorecen la transpiración como, por ejemplo el algodón.
En cambio, es recomendable evitar el contacto directo con tejidos sintéticos y la lana, cuyas fibras pueden irritar la piel.
Gestión de la dermatitis atópica: durante el invierno potencia la rutina cosmética
Además de estas consideraciones, es importante cuidar siempre la piel con productos formulados para piel con tendencia atópica, especialmente durante el invierno.
Las recomendaciones de las guías internacionales aconsejan cosméticos:
- que contengan ceramidas, colesterol y ácidos grasos
- sin perfume
- sin sustancias potencialmente sensibilizantes
De hecho, la rutina cosmética es un coadyuvante fundamental y necesario del tratamiento farmacológico, contribuyendo a mejorar la hidratación y el estado de la piel. Por esta razón es necesario consultar con el médico de familia y/o el dermatólogo que te indicará la mejor estrategia a seguir.
La información suministrada no sustituye las recomendaciones médicas. El contenido tiene fines ilustrativos y no sustituye la opinión del experto.
Bibliografía:
Kantor and J.I. Silverberg. Environmental risk factors and their role in the management of atopic dermatitis. Expert Rev Clin Immunol (2017) 13(1):15-26.
A.B. Fleischer. Atopic dermatitis: the relationship to temperature and seasonality in the United States. Int J Dermatol (2019) 58:465-471.